viernes, 29 de marzo de 2019

FILOSOFÍA HERMÉTICA DE LAS PERLAS






Cuenta el historiador romano Plinio, que las perlas son criaturas del mar que “se engendran precisamente cuando los rayos solares refulgen sobre las conchas abiertas” Y añade que, si uno abre las conchas antes de que el parto llegue a su término, “encontrará carne, pero no logrará el trofeo”. Asimismo, especifica que, si la criatura que alimenta la perla muere antes de haber sido extraída ésta, a la par se corrompe también ella.

De esta magia natural los hermetistas y filósofos desde la época del primer Renacimiento, extrajeron la idea de aplicar el nombre de “perla” para calificar el proceso alquímico de transmutación del alma, como se expone en el tratado de Petrus Bonus: La Margarita preciosa novella, dado que Margarita deriva del griego "Margarites", que significa "perla". Mª Ángeles Díaz (Facebook)

Imagen del frontispicio: Herbert James Draper  (1863 – 1920)

miércoles, 16 de enero de 2019

FIESTA EN EL TEMPLO DE NEPTUNO



Edoardo Ettore Forti fue un pintor italiano y un documentalista del siglo XIX que supo captar y recomponer, a partir de las ruinas y restos arqueológicos que aún pudo contemplar en su tiempo siguiendo las informaciones recabadas en las fuentes clásicas. De ese modo reconstruyó las escenas realistas de la vida pompeyana y asimismo los acontecimientos y rituales más relevantes en los que participaban nuestros antepasados greco-romanos.

La escena reconstruye, a partir de todos esos conocimientos, una celebración festiva en honor a Neptuno, el dios de los Océanos, tan amado como temido. 

Así nos dice Federico González en su Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos:

"Para los grecorromanos 
Poseidón-Neptuno, era el soberano del mar.
Hijo de Saturno, ayudó a su hermano
Zeus a destronar a su padre Saturno-Crono
y le fue entregado el reino de los mares
y océanos. Se lo suele representar con
un tridente, un carro y una corte llamada
«los viejos del mar», como Nereo con cualidades
proféticas. Su primer hijo fue Tritón
mitad pez mitad hombre, célebre por
tocar la caracola de modo original. Sus
amores con distintas ninfas y otras deidades
lo llevaron a engendrar a personajes
tan importantes como al cíclope Polifemo
e incluso a Jasón (protagonista de la
búsqueda del Vellocino de Oro). También
tenía poder sobre las tempestades y aun
sobre los terremotos por lo que era muy
temido cuando se enojaba; no había que
disgustarse con él. Sus hijos fueron cinco
pares de gemelos, y el mayor, hijo de una
Oceánide como los otros, gobernó la isla
de la Atlántida, según Platón.
Disfrutaba su primacía con su hermano
Zeus aunque se encontraba confinado a la
mar, pese a que su dominio se extendía a
lagos y ríos".

*
BIBLIOTECA HERMÉTICA
https://bibliotecahermeticaebook.blogspot.com/

sábado, 22 de diciembre de 2018

Solsticio de Invierno


Los ritos solsticiales y de año nuevo son ritos universales donde lo que se celebra es el triunfo de la lucha que establece la luz contra las tinieblas y en realidad lo que pretenden es la restitución del reino de Saturno, Señor del Tiempo y de la Edad de Oro. Ese es el significado que se da en casi todos los héroes solares y civilizadores, aquellos que vencen a las potencias de la oscuridad y del caos, representadas por todas las tradiciones y mitos por las entidades ctónicas y telúricas, tales como titanes, dragones, serpientes…. a las que se vence siempre con la luz, es decir con el rayo y las armas que la simbolizan, o sea, la espada o el hacha, especialmente la de doble filo.

También la copa, o el Grial, así como el fiel de la balanza, son símbolos identificables a la espada, en tanto que se trata siempre de un símbolo del eje del mundo, tal y como se representa en la Justicia. Recordemos que esta significación axial de la espada es la principal y la que le da su sentido más profundo.

Esta lucha contra lo monstruoso es la razón de ser del famoso combate del germánico Sigfrido, o del Caballero Cristiano San Jorge, representación humana de San Miguel arcángel, príncipe de las milicias celestes. O de la enseñanza del maestro Jesús, el propio Cristo, quien, recordemos, advirtió: "No vengo a traer paz sino espada", es decir justicia. Una espada cuyo poder nunca estuvo en la hoja sino en la fuerza de su Verbo.

Desde el punto de vista iniciático la luz es siempre símbolo de la inteligencia, representa una fuerza o energía divina que procede del fuego del espíritu, del mismo modo que la luz física proviene de la enorme masa de fuego que es el Sol. Ese es el sentido de la iniciación y por tanto todos estos arquetipos constituyen modelos ejemplares de ese combate interior que debe librar todo aquel que pretende alcanzar el Conocimiento de lo sagrado.

Para la tradición Cristiana, Jesús encarna esa acción iluminadora del Espíritu que penetra en la materia tenebrosa forzándola a pasar del caos al orden.

Dar a luz es alumbrar, y el Sol repite diariamente este rito cuando al salir por oriente ilumina el mundo sumergido en la oscuridad de la noche. Del mismo modo que el astro rey inicia su ascenso en la oscuridad de la noche, el nacimiento iniciático se cumple en la más completa oscuridad, en lo más secreto de la caverna del aprendiz, o sea en la cavidad del propio corazón, siendo esa la única iniciación válida.

Es bueno recordar que en verdad hay en todo el Universo una sabiduría natural, pero que en nada es comparable a la sabiduría del hombre. A eso se refieren los hermetistas cuando dicen que hay en el hombre una luz, que está fuera de la luz que nace de la naturaleza. Es la luz de la Inteligencia con la que el hombre capta, aprende y sondea los asuntos sobrenaturales. Y por eso se dice que es misión del ser humano comprender las cosas y no el llevar una existencia ciega entre ellas.

Por ello la característica de los ritos destinados a regenerar el tiempo es la realización de un rito armonizado con el ritmo del Universo, pues en definitiva toda actividad ritual e intermediaria dedicada a atraer las energías celestes a la Tierra, es un acto de magia, aunque, eso sí, las prácticas tienen efectos cuando el ánimo y la inteligencia están puestos en las verdades más elevadas, y en el Dios Supremo e incognoscible que está más allá de su propia Creación. M.A.D.



viernes, 21 de diciembre de 2018

PEQUEÑA BAILARINA. EDGAR DEGAS, 1881.



"La armonía suave del dulce canto
llega al oído hasta el corazón
de tal dulzura nace un vivo ardor
del cual surge la danza que tanto gusta".
Guglielmo Hebreo (1420-1484).

martes, 23 de octubre de 2018

LAS GUARDAS DEL PONCHO AMERICANO. ARTE Y TRADICIÓN (Texto y Video)



El poncho es una de las prendas de abrigo más sencillas y a la vez más eficaces de la historia. Una simple manta cuadrangular que se abre en su centro para introducir la cabeza, por lo que ha sido considerado un símbolo solar, pues así es como el astro aparece diariamente por el horizonte de la tierra, simbolizada por el cuadrado, de igual modo que el hombre saca su cabeza por la abertura del poncho.

Y aunque esta prenda es común a muchos pueblos arcaicos, pues su uso ha traspasado edades y océanos, ya que el mismo Homero describe una pieza igual, ha sido en el extremo sur de la América Indígena y gauchesca donde el poncho se afianzó, creando en torno a él una artesanía singular y un signo distintivo. Efectivamente, existe un amplio consenso en cuanto a que el origen de esta prenda es andino, o sea que  formaba parte de la vestimenta habitual de los pueblos nativos de esa región, aunque pronto fue adoptada por los criollos convirtiéndose en una de las vestimentas con más identidad de la Argentina al haber mantenido sus diseños característicos, o sea sus guardas, las cuales, procedentes de culturas derivadas de las tradiciones incas, siguen portando en sus colores y formas un código simbólico ancestral.

Federico González, a través del cual conocimos y nos enamoramos del arte tradicional de la América indígena, nos contaba que fue en la Pampa donde, con la arribada del caballo y el ganado vacuno y ovino, nació un nuevo hombre, “el hombre de a caballo”, es decir el gaucho, conocido por sus virtudes de jinete de la paz,   tejiéndose en torno a él una leyenda completamente imbricada en los hilos y guardas de su poncho, una prenda hecha en los telares indígenas con la que se arropó. 


Gaucho con su guitarra y su característica indumentaria
 Aquellos primeros ponchos estaban realizados con el pelo de la vicuña y el guanaco, pero pronto también se tejieron con la seda, cuyos gusanos llegaron en barcos procedentes de Valencia, donde esta industria estaba bastante desarrollada, y asimismo con la lana de las ovejas.

Un amigo nuestro porteño, anticuario y coleccionista de todo lo que está en relación con el mundo gauchesco (o sea su vestimenta y sus aperos, las boleadoras, la yerbamate, la guitarra y otros utensilios de plata y cuero),  Javier Eguiguren, al que conocimos a través de Federico, nos mostró la extraordinaria y bella colección que posee y que enseñaba a los que se acercaban a su galería de arte, en el barrio de la Recoleta, en Buenos Aires.

Nos decía este amigo que cada dibujo o guarda del poncho argentino representa a una región del país y que por eso no es igual una guarda Pampa que una guarda realizada por los aborígenes de la Patagonia. Hoy, en el “espacio libre” de nuestra Pinacoteca Simbólica nos hemos detenido a mostrar algunas de estas bellas guardas. Mª Ángeles Díaz

Pinacoteca Símbólica. El Poncho Gaucho. Arte y Tradición. Mª Angeles Díaz. Fuente de la imagen:
Museo Florencio Molina Campos, en la calle de su nombre en Buenos Aires.



martes, 2 de octubre de 2018

LA CIVILIZACIÓN ETRUSCA





Etruria fue una civilización que convivió con la romana y que habitó sobre todo la región de la Toscana y la Umbría (siglo IX a.C.). De esta estirpe de hombres casi no se sabe nada. Unos cuentan que eran autóctonos de esas tierras, otros en cambio creen que llegaron de Oriente. Dionisio de Halicarnaso, por ejemplo, asegura que esta civilización no se pareció a ninguna otra, ni en la lengua, ni en la forma de vivir.

Hesíodo y Herodoto también se refieren a los tyrrhenoi (del mar Tirreno, que baña la costa de la Toscana), que es como denominaban los griegos a este pueblo misterioso que fue asimismo una potencia marítima, una talasocracia, y se jactaban de ser hijos de reyes y patriarcas legendarios, y descendientes directos de Ulises y Circe, la maga conocedora de los secretos de las plantas. Efectivamente, tal como lo relata Esquilo, los etruscos elaboraban medicinas y practicaban lo que se denominó la “etrusca disciplina”, es decir, la aruspicina o ciencia de la adivinación. Un arte que era prerrogativa de la casta sacerdotal.

Precisamente, una pieza que nos llamó poderosamente la atención cuando por primera vez la vimos expuesta en un museo, es el "Hígado de Piacenza", que reproduce un hígado ovino en bronce, hallado cerca de Piacenza (Roma), el cual se encuentra totalmente grabado, dividido en pequeños sectores; 16 en el borde, que representan la bóveda celeste y se corresponden con los 16 dioses de la cosmogonía etrusca. Estos están orientados según los puntos cardinales, con 24 divisiones en el interior.

Parece ser que las ovejas desarrollan una enfermedad que deja huellas en el hígado, y a través de las correspondencias entre todas esas señales y los acontecimientos externos, se desarrolló una ciencia que se codificó según la matemática y la proporción. Hablamos de la aruspicina, de haruspex (“adivinador por el hígado”), ciencia que seguramente habían heredado en parte de Mesopotamia. Aunque se dice que estos sabios también leían las señales del destino a través del trueno.

Este hígado de bronce, de Piacenza (foto de abajo), hasta los dos primertos siglos antes de Cristo, fue utilizado como modelo para enseñar dicho arte basado en las vísceras de los animales sacrificados. Joseph Rykwert, en su libro La Idea de Ciudad, nos dice al respecto lo siguiente:

“Se consideraba el hígado como la sede de la vida, y de ahí se seguía que en todo animal consagrado a los dioses, cuyos movimientos más leves se observaban ansiosamente, el hígado, como punto focal de todo su ser, se convertía en una especie de espejo del universo en el momento del sacrificio”.

Estamos, como se ve, ante un pantáculo o "pequeño todo", en definitiva un modelo completo del cosmos.

Estos sacerdotes y augures etruscos tenían como símbolo de su saber y autoridad un instrumento llamado lituo, con el que median y delimitaban o señalaban el espacio. El lituo es una pieza también de bronce, es en realidad un báculo y tradicionalmente ha estado asociado a Zeus, y que se corresponde igualmente con el bastón que usan los sacerdotes cristianos en las ceremonias solemnes.

Entre los etruscos los arúspices gozaban de un gran poder, ya que sus vaticinios eran respetados por todos y por lo tanto condicionaban los acontecimientos más relevantes.

El romano Vitrubio se refiere a los etruscos como sus antepasados, y cuenta que este pueblo, y según su cosmogonía,

“Cuando erigían una ciudad o un establecimiento militar, sacrificaban algunos animales que pastaban sobre el terreno y examinaban sus hígados; cuando los de las primeras víctimas aparecían negros o deformes, sacrificaban otro para averiguar si tales peculiaridades eran debidas a la enfermedad o al alimento. Nunca empezaban a levantar los muros en un determinado lugar, sin antes haber practicado reiteradamente aquellos exámenes. Debían conocer previamente el vaticinio de los dioses".

Efectivamente Roma, que como sabemos fue un proyecto integrador siendo su nombre secreto 'Amor',  o sea Roma al revés, absorbió el legado de los etruscos, como ellos antes recibieron el legado de la civilización fenicia y griega.

Gracias a una pequeña investigación hemos podido comprobar que fue Cosme de Medici, y en general los hermetistas del Renacimiento, quienes comenzaron a reunir los restos arquitectónicos, y la estatuaria en general, creando la Arqueología como ciencia que ayudara a explicar no solo el pasado, sino el presente. Aquí queremos mencionar a toda la familia Medici, en especial al ya citado Cosme y a su nieto Lorenzo el Magnífico. Y también nombraremos como iniciadora de esta ciencia que hoy es tan prestigiosa hasta el punto de que cualquier ciudad actual posee un Museo Arqueológico, a Isabel d'Este (Hay un video sobre ella en mi Pinacoteca Simbólica). Para estos hermetistas, y también para nosotros

“Un museo arqueológico es en verdad un discurso donde se expresa lo antiguo (éste es precisamente el significado etimológico de arqueología), término que no debe ser confundido con lo viejo y lo caduco; más bien se relaciona con todo aquello que es perenne y que refleja las ideas o arquetipos universales. En este sentido lo antiguo es perfectamente actual. Y un museo arqueológico puede ser un lugar excelente de meditación (señalemos que la palabra Museo procede de Musa) si lo abordamos no con ojos de "especialista", sino como si se tratara de una evocación poética donde con toda probabilidad encontraremos una parte o aspecto olvidado de nosotros mismos”(1)

Todos estos personajes a los que les pudimos seguir el rastro, son efectivamente quienes comenzaron a reunir y conservar el arte etrusco, siendo la colección de Florencia que ellos iniciaron, la más completa. Piezas todas ellas halladas en tumbas principescas de las ciudades más importantes de Etruria.

Por las figuras, siempre recostadas sobre las tapas de los sarcófagos, y las pinturas que decoraban la sala funeraria junto a los objetos personales, puede verse que esperaban tener una vida plácida y alegre en la otra vida. Todas las imágenes que hemos visto de la pintura etrusca son así, alegres, de una gran delicadeza y muy  coloristas, lo cual es muy sintomático teniendo en cuenta que todas las que se han conservado estaban decorando las cámaras fúnebres. 

También puede apreciarse en ellas cómo se vestían los etruscos, por ejemplo las mujeres  llevaban túnicas bordadas, sujetas con broches de oro, plata y ámbar. Llevaban brazaletes, collares, pendientes con refinadas decoraciones que recuerdan las que describe Homero en la Ilíada y la Odisea. Es decir, la forma en que vestía por ejemplo Penélope o Helena de Troya. 

De esas pinturas se ha dicho que es la primera página de la pintura italiana. Y la misma delicadeza y frescura que desprenden se ve en la orfebrería y joyería donde se destaca el gusto por la filigrana y las formas livianas, tendentes siempre a lo aéreo y sutil. Mª Ángeles Díaz
https://www.facebook.com/maangeles.diaz


(1)La cita se encuentra en Introducción a la Ciencia Sagrada Programa Agartha. Federico González y Colaboradores, publicado en el número 25-26 de la revista Symbolos Arte – Cultura – Gnosis. PDF en la red: http://introduccionalsimbolismo.com/Programa_Agartha.pdf

(2)Esta nota se inicia en una exposición en Barcelona titulada “Príncipes Etruscos. Entre Oriente y Occidente,” a la que asistí con Federico González y Francisco Ariza. De ella se hizo una reseña que se publicó en el blog Desde mi Ventana. Hacia los mares de un mundo simultáneo:  http://dmiventana.blogspot.com/2008/04/prncipes-etruscos-entre-oriente-y.html



Hígado de Piacenza


La foto de la pieza etrusca de arriba, se encuentra en el Museo de Altes. Berlín

sábado, 1 de septiembre de 2018

PINACOTECA SIMBÓLICA: EL ANDRÓGINO, EN TODO DOBLE, EL REBIS




Antes de que sobre la tierra existiera el hombre y la mujer existió el Andrógino, en todo doble, el Rebis. Dice Platón en El Banquete:


"El andrógino en efecto, era entonces una cosa sola en cuanto a forma y nombre, que participaba de uno y de otro, de lo masculino y de lo femenino, pero que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia".

Efectivamente, dice la Tradición que fue por causa de su arrogancia que los dioses decidieron partirlo por la mitad, siendo Apolo el encargado de llevarlo a cabo (dejando las arrugas del ombligo como recuerdo) y dando a ambas mitades la posibilidad de engendrar. También se dice que es de esta división de donde nació el amor humano. 

Para León Hebreo decir que Eva fue hecha de la costilla de Adan procede de un error de traducción de la lengua hebrea, ya que las palabras lado, mitad y costilla son idénticas. Platón señala que el “pecado original”, no está en esa mitad (que es Eva) sino en un tiempo anterior, en el Andrógino. 


León Hebreo y sus amigos, los hermetistas del Renacimiento, también creían que esto no se contradice con la Historia Sagrada, pues en esa narración lo que en verdad se afirma es que el pecado, o el error, deriva justamente de la división. 


Apolo quiere poner las dos partes de frente, para que se miren el uno en el otro, se ayuden y complementen pues estando separados ambos son más débiles. Leonardo da Vinci, autor de este impresionante dibujo del Andrógino, expresa con él esa misma idea respecto a este símbolo, demostrando su filiación al pensamiento hermético y a la idea de un huevo original que se dividió en dos mitades, y que tanto la creación macrocósmica como la microcósmica tienen su origen en la Unidad. 

Mª Ángeles Díaz 

Imagen: Leonardo en su cuaderno





martes, 7 de agosto de 2018

CARTA DE PENÉLOPE A ULISES. Serie "Heroidas de Ovidio. Mujeres del Ciclo Heroico". Estudio de Mª Ángeles Díaz


Penélope en un manuscrito medieval de las Heroidas de Ovidio

La imagen que del mito de Penélope nos hemos forjado procede de la poesía épica de Homero quien nos la describe como una fiel y leal esposa que durante los cuatro lustros que duró la ausencia de Ulises (Odiseo) por causa de la guerra de Troya se mantuvo firme a la espera del regreso del esposo, siendo capaz de mantener su matrimonio y su hacienda con gran astucia empleándose en el ardid de “tejer y destejer” una prenda para continuar eludiendo a sus pretendientes y a los que creyéndola ya viuda tenían sobre ella derecho de rescate, es decir derecho a reclamar las posesiones de un difunto por vía matrimonial, y a permanecer en la hacienda que reclamaban hasta recibir una respuesta de la viuda. Penélope, sin embargo, que nunca aceptó que Ulises estuviera muerto a pesar de los años de ausencia, consiguió mantener a sus pretendientes en permanente espera prometiendo que elegiría como marido a uno de ellos cuando terminara su labor en el telar, una labor que realizaba de día y deshacía de noche. Y es que Penélope nunca perdió la esperanza de que Ulises, su esposo, hijo de Laerte, rey de la isla de Ítaca y padre de su hijo Telémaco, estuviera vivo y que algún día regresaría de aquel viaje que emprendió con destino a Troya para participar en la tan famosa contienda con la que los griegos vengaron la afrenta hecha por Paris a Menelao, rey de Esparta micénica, robándole a su esposa Helena.

Homero nos muestra con este mito de Penélope, la que deshace de noche lo que construye de día, vestigios de la era matriarcal de nuestra civilización y de los ritos ctonicos de la Diosa Madre, Deméter, la que da la vida y la quita. Hace y deshace para mantener el equilibrio. En este sentido el símbolo de Penélope guarda relación con el mito de Ocnos, el soguero que trenza una soga afanosamente sin reparar en que su asna está, en el otro extremo, comiéndose su labor.

 Para Plutarco este símbolo indica la incapacidad que tienen algunos para entrelazar el presente con el pasado. Ortega y Gaset, quien llama a Penélope la “Tejedora conyugal” sintetiza brillantemente este mito en su ensayo titulado justamente “Oknos. El soguero[1]” donde escribe:

 “Lo que Oknos laborioso trenza, el asna lo va anulando. Representa este animal el poder destructor necesario al ritmo de la Gran Madre. Una creación lograda y perfecta detendría el proceso: es menester que colabore la potencia enemiga, la energía destructora. El trozo de soga que hay entre las manos del soguero y el belfo de la bestia es breve jornada de la existencia que se abre entre el poder de hacer y el de deshacer, ambos eviternos. (…) La esposa de Ulises desteje cada noche lo tejido durante el día para que la tarea sea perdurable. Penélope es una última modulación del mito ctónico: también ella estaba quieta e hilando”

El mito de Penélope nos muestra la pervivencia de la cultura matriarcal, cultura hembra, lunar, telúrica con dioses subterráneos, que va al encuentro de un ciclo nuevo, solar y luminoso representado por dioses como Apolo o Zeus. Lo que salva esta tejedora conyugal con su fidelidad, simboliza el abrazo amoroso entre dos culturas opuestas, una femenina, cuyo ciclo se extinguía, y otra masculina que nacía fulgurante con todos los dioses solares.  

La narración con la que Homero viste este mito da cuenta que una vez conseguida la victoria y arrasada Troya no todos los supervivientes regresaron a sus patrias, sino que algunos perecieron en el camino al hundirse sus naves o ser atrapados en corrientes tenebrosas. Otros, caso de Ulises, extraviaron el rumbo de vuelta a Ítaca permaneciendo durante diez años perdido en desconocidas islas y procelosas aguas.

Son varias las mujeres del relato de la Ilíada y la Odisea que detestaban a Helena y Paris, es el caso de Penélope, pues por causa de la infidelidad de ambos ellas sufren la ausencia de sus compañeros teniendo que dejar por años su vida en suspenso.

Penélope, prima de Helena de Troya, era hija de una ninfa náyade y del rey Ícaro, de Esparta micénica, una “mujer irreprochable”, nos dice Homero, que durante esa larga ausencia perseveró con firmeza y lealtad matrimonial esperando que Ulises al fin volviera o que alguien le diera cuentas de él. Por eso iba todos los días al encuentro de los barcos que llegaban a sus costas para preguntar a los tripulantes si alguien podía darle alguna noticia de Ulises. Así supo de sus valerosas hazañas y también pudo comprobar que nadie lo había visto muerto lo cual aumentaba su esperanza. De ahí que cada vez que una nave zarpaba, ella entregaba a la tripulación una carta para Ulises, solicitando que si en algún momento alguien lo encontraba ésta le fuera entregada. Una de esas misivas es la que nos ofrece Ovidio y que a continuación nosotros extractamos. En ella Penélope cuenta, desde su propia perspectiva, lo que para ella supuso la guerra de Troya lamentándose de que Paris no hubiese muerto antes de provocar tantas desgracias. Y es evidente que

Concluyendo el mito y la leyenda tradicional no necesitan de invenciones argumentales sino que, tal y como demuestra Ovidio con su obra original, lo que al rapsoda corresponde hacer es vivificar y actualizar su mensaje para que su enseñanza arquetípica siga llegando al corazón de sus contemporáneos. 

Eso pretendía Ovidio al poner esta carta a Ulises en el cálamo de su esposa Penélope que en sus principales párrafos dice así:



[1] Artículo publicado originalmente en la Revista de Occidente







Esta carta, Ulises, la envía Penélope a tu tardanza. No me contestes; sino mejor, ven en persona. (…)
Yace en ruinas Troya, aborrecida, con razón de las mujeres dánaas  (…)[1] ¡Ay! Ojalá entonces, cuando navegaba a Lacedemonia, se hubieran tragado las enfurecidas aguas al adúltero[2] . No hubiese dormido yo sin tu calor en un lecho vacío (…)
¿Cuándo no he temido yo peligros más graves que los reales? Cosa henchida de angustiado recelo es el amor. Contra ti me imaginaba que se disponían a enfrentarse temibles troyanos. Con sólo nombrar a Héctor[3]  me ponía lívida (…)
Cualquiera que gira en estas riberas su viajera popa, no se marcha sin haberle preguntado yo muchas cosas de ti; y para que te la entregue, si alguna vez te viere, le confío una carta escrita por mi mano. (…) ¿Qué tierras habitas, en dónde prolongas tu ausencia? (…)
Mi padre Icario me obliga a abandonar la viudez de mi lecho y censura sin cesar tu infinita tardanza. ¡Que censure mientras pueda! Tuya soy: que tuya me llamen todos es menester, Penélope, esposa siempre de Ulises seré. (…)
Y yo no tengo fuerzas para arrojar a los enemigos de mi casa . Ven pronto tú, puerto y altar para los tuyos! Tú tienes, y que lo sigas teniendo pido, un hijo , que en sus tiernos años debía ser educado en las artes de su padre. (…)
Y es cierto que yo, que al marcharte tú era una muchacha, por pronto que vuelvas, pareceré una anciana
. [Epístola I.  Síntesis].




VÍDEO HEROIDA 1
Reencuentro de Penélope y Ulises después de permanecer dos lustros perdido cuando, tras su participación en la guerra de Troya, regresaba a Itaca, su casa.


Mª Ángeles Díaz. Heroidas de Ovidio. Mujeres del Ciclo Heroico.



Notas:
[1] Dánaos es uno de los nombres utilizados en la Odisea y en la Ilíada para identificar a los griegos. Otro término es aqueos.
[2] Paris. 
[3] Héctor era hermano de Paris y conocido como el “domador de caballos”. Se trata de uno de los principales personajes del poema homérico de la Ilíada. Fue el comandante que dirigió la defensa de la ciudad troyana frente a los aqueos, en aquella guerra en la que no estuvo de acuerdo, pues pretendía que fuera únicamente Paris quien se enfrentara a Menelao. Héctor finalmente murió a manos de Aquiles.


jueves, 2 de agosto de 2018

¿Por qué el amor es ciego?


Muchos de los que fueron arrebatados por la visión de la Belleza espiritual, belleza que a decir de Platón es el reflejo de lo verdadero, quedaron cegados en sus ojos corporales. 

Para Orfeo y sus Misterios, el Amor no tiene ojos porque está por encima de cualquier causa corporal.

Y según Proclo uno debe darse a la luz divina cerrando los ojos del alma.



Fuente de la imagen: Piero della Francesca, Cupido Ciego. Basílica de San Francesco, Arezzo (1452-1466) 



jueves, 31 de mayo de 2018

LA REINA BERENGUELA Y SU EJÉRCITO DE TROVADORAS


Berenguela es nieta de Leonor de Aquitania, la reina de los trovadores y abuela Alfonso X, el Sabio. (Es decir, es hija de Leonor de Plantagenet y de Alfonso VIIIy madre de Fernando III).

Berenguela se convierte en reina al casarse con Alfonso IX de León, que es su tío, siendo ella quien fusionó Castilla y León en un sólo reino al entregar primero el reino de Castilla a su hijo Fernando III y luego, a la muerte del esposo, Alfonso IX, le entrega León. 

De todo lo que hemos leído sobre ella nos ha impactado su habilidad en el terreno de la política y su sabiduría para resolver asuntos sin conflictos de sangre (1).

Para el tema de la tradición trovadoresca que estamos tratando,  queremos resaltarla por su mecenazgo hacia las Artes y las Ciencias que confluyen en la escena, ya que estas no tienen sólo un fin asociado al divertimento, sino que siempre ha sido un medio ideal, auspiciado por las musas, e idóneo para transmitir de forma amena y alegre ideas y valores que contribuyan a la formación de las personas. Berenguela fue una gran representante de esa tradición que atrajo a España la poesía provenzal. No olvidemos que fue su antepasado "Guillermo el trovador", quien ipro primera vez aparece con esa designación.


Las crónicas dicen que cantaba y tocaba la cítara, el salterio, los tímpanos, las castañuelas, la pandereta y varios instrumentos más.

Sobre esta reina también se cuenta una hazaña que sin duda alguna la hace merecedora del título de heroína. Corría el año 1139 y los reyes cristianos tenían un conflicto constante con los emires musulmanes que aún ocupaban una parte de la península ibérica. Resulta que estando su esposo, el rey Alfonso IX, librando una batalla junto a su ejército fuera de Toledo (concretamente en la fortaleza de Aurelia cerca de Aranjuez, donde resistía un último bastión del ejército musulmán) los almorávides de Córdoba, Sevilla y Valencia decidieron asediar Toledo conformando para ello un gran ejército que pronto tuvo cercada la ciudad.

Viéndose en esa temible situación Berenguela, acostumbrada a la guerra y sobre todo interesada en las estrategias para prevenirla, subió a las torres, que le ofrecieron un escenario de porte imperial y rodeada de un ejército de más de trescientas damas, todas ellas engalanadas y provistas de cítaras, salterios y panderetas, se pusieron a cantar alegres canciones trovadorescas.


La reina, que en esa época tenía 23 años y poseía una gran belleza, desde las almenas se dirigió a los caudillos del ejército musulmán afeándoles la acción cobarde de aprovechar la ausencia de los hombres para atacar una ciudad cuando sólo unas mujeres tañendo sus instrumentos musicales la defienden, es decir que los puso al orden invocando las reglas de honor de todo Caballero Armado. 

Algunos historiadores recogen así la arenga:



«¿No conocéis que es mengua de caballeros y capitanes esforzados acometer a una mujer indefensa cuando tan cerca os espera el emperador? Si queréis pelear, id a Aurelia y allí podréis acreditar que sois valientes, como aquí dejar demostrado que sois hombres de honor si os retirais».
Esta reprobación  quebró el ánimo de los atacantes que tras ver aquella puesta en escena se retiraron pues temieron que las composiciones musicales y espectáculos de la reina Berenguela y su ejército de trovadoras, dieran fama con sus cancons o trovas a tan vil acción.  Mª Ángeles Díaz. Mujeres en la Tradición de las Artes Escénicas.

(1) Ver la biografía titulada: Berenguela la Grande y su Época, de Salvador Martínez.

lunes, 28 de mayo de 2018

ROSWITHA DE GANDERSHEIM, dramaturga medieval





En esta ocasión traemos a la escena de este teatro de la Memoria a Roswitha una dramaturga alemana del siglo X, cuyo mérito de creadora le otorga un lugar destacado en la cultura de la Europa medieval.

Roswitha entra muy joven en la abadía de Ganderheim, aunque no como monja, sino como canonesa, una Regla de la Iglesia que permitía la instrucción y el estudio de las jóvenes dentro de los monasterios, que no deseaban casarse y tampoco recurrir a la clausura. Abrazar el convento suponía un voto de obediencia y castidad pero sin renunciar a tener un papel independiente en la corte, con libertad para viajar, mantener su patrimonio e incluso tener criada. 

Estas comunidades femeninas, siempre dedicadas al culto, al estudio y a la creación cultural, han estado presentes a lo largo de la historia de una u otra manera, pues las encontramos desde los tiempos clásicos cuidando el templo de Diana o el de Atenea, y renunciando al matrimonio para dedicarse exclusivamente a cultivar su alma independiente a través de su entrega a las artes y las ciencias. 

Esta abadía femenina en la que se educó y vivió Roswitha era un pequeño principado independiente guiado por mujeres, que tenía sus propios tribunales, su ejercito y hasta su propia moneda. De su relevancia en la Europa medieval durante la dinastía de los emperadores Otones da cuenta que fuera esta canonesa la escritora escogida por el emperador Oton I, para narrar la gesta de su reinado.

Todo lo que de ella hemos sabido, pues se conserva un solo manuscrito de sus obras, nos ha hecho reconocer el papel fundamental que esta dramaturga ha tenido en la difusión de las ideas tradicionales a través del teatro convertido en escuela de enseñanza y transmisión de ideas que al ser escenificadas se hacen más comprensibles, tanto para los actores que memorizan el papel, como para los que participan como público en la representación.  

A través de su teatro, Roswitha comunicó a sus semejantes las ciencias y las artes liberales, o sea las artes de las letras y los números: gramática, retórica, dialéctica, geometría, aritmética, astronomía y música, haciéndoles llegar a todos los participantes el pensamiento de los grandes filósofos y poetas, Virgilio, Horacio, Ovidio Boecio, Prudencio o Sedilio cuyas obras aparecen citadas y comentadas en sus dramas. Tal y como lo expresaba al hablar de ella misma, se sentía heredera de todos ellos, definiéndose como continuadora de una cadena tradicional de pensamiento en la cual ella se consideraba la "última de las últimas”.

Nos han llamado la atención los elogios que los cronistas de la época dedican a la escenografía de sus obras teatrales, subrayándose el respecto y apoyo que al parecer existía entre las mujeres que componían el grupo de actrices y cantoras que representaban sus obras. Todo un ejército de damas dedicadas a la enseñanza y las artes de la escena, un arte sagrado de la memoria y una escuela educativa que además del estudio y memorización de los textos, contaba con el desarrollo de otros oficios como el de las costureras y todas aquellas artes de la aguja que eran necesarias para crear los vestuarios, etc. 


Seguirle la pista a Roswitha nos ha llevado a observar el modo en que estaban organizadas estas damas residentes en la abadía de Gandersheim, que lejos de estar  apartadas de la realidad tomaron el arte de la escena como un teatro vivo y combativo contra la estulticia de su época, empleando con gran ardid tanto la comedia como la sátira burlesca como fórmula hacer evidente una situación errónea o de abuso. Por medio de e
sos géneros teatrales relacionados con el humor, la canonesa y sus actrices pudieron poner en evidencia y con todo desparpajo ciertas actitudes de dominio, tanto machistas como feministas, o simplemente de abuso de poder Es decir que el marco teatral le permitió afear comportamientos sociales, incluso de los representantes del gobierno y de la Iglesia, que sin aquel enmarque de que dota el teatro, habría sido imposible de expresar.

La canonesa Roswitha y su ejército de actrices, escenificaron el verdadero sentido simbólico y tradicional que poseen los textos bíblicos. Y es evidente que para ello no necesitaron el púlpito sino un escenario teatral para dirigirse a la gente y contarles, por ejemplo, lo que significa la 
misericordia de Dios, y que no hay culpa, sino ignorancia, y que el propósito de enmienda, es decir la comprensión del presente borra, definitivamente, los errores del pasado. Roswitha lo escenifica del siguiente modo 
en la obra: Caída y conversión de María, sobrina del eremita Abraham.

La realidad que esta sabia dramaturga nos muestra a través de sus obras es que la verdadera Iglesia no está fuera, sino dentro, en el corazón y la conciencia de aquellos que se sienten identificados con sus principios y con su doctrina. La obra citada trata de una joven que por haberse quedado huérfana es educada con todo amor por su tío que la mantiene dedicada a dios, la muchacha crece y se enamora de un monje que la abandona. María huye para caer en los brazos de un rufián que la prostituye. Y así la encuentra su tío, que disfrazado de soldado se presenta en el prostíbulo donde trabaja, siendo entre todas las demás muchachas la más requerida, tanto por su belleza como por su inteligencia y su sensibilidad. A nadie extraña que sea requerida por un viejo soldado, quien una vez a solas con su sobrina se da a conocer pidiéndole que abandone esa vida, y vuelva con él. Ella entiende que el haber desviado su vida de ese modo no la hacen ya merecedora de obtener ningún perdón. Sin embargo Abraham, en un tierno y dramático diálogo, le dice todo lo contrario, recordándole el amor de padre-hija que siempre sintieron el uno por el otro, y que eso no puede borrarse nunca. La escena se presenta del siguiente modo:

Se abre el telón y aparece un prostíbulo con dos personajes en escena. Una joven que siente la desesperanza de haber desviado su vida y un hombre de mediana edad, su tío, que la está visitando:
-Ella: “Si existiese alguna esperanza de merecer el perdón, no me faltaría voluntad de arrepentirme".
-Él: Ten piedad del cansancio que me pesa por tu amor y abandona esta peligrosa desesperación, que es más grave que todos los pecados, lo sabemos bien: Dios quiere ser misericordioso con los pecadores y quien no lo espera peca sin remedio. Porque así como la chispa que brota del pedernal no puede incendiar el mar, así el amargo sabor de nuestros pecados no tiene fuerza para modificar la dulzura y la benevolencia divina".

Escena teatral en la corte de los Otones

Durero, que como sabemos fue grabador de una obra simbólica dentro de la corriente del Hermetismo, hizo un retrato de Roswitha como ilustración a la primera edición de sus obras. Esto significa 
que en ese periodo de florecimiento esta escritora también estuvo presente. En su grabado, Durero la representa haciendo entrega a Oton I del libro con la biografía de quien inició esa dinastía de emperadores.

Por cierto, decir que fue la hermana de este mandatario quien recogió en su biblioteca el único manuscrito que se conserva con las obras de esta escritora insigne.  Mª Ángeles Díaz. Mujeres en las Artes Escénicas