jueves, 31 de mayo de 2018

LA REINA BERENGUELA Y SU EJÉRCITO DE TROVADORAS


Berenguela es nieta de Leonor de Aquitania, la reina de los trovadores y abuela Alfonso X, el Sabio. (Es decir, es hija de Leonor de Plantagenet y de Alfonso VIIIy madre de Fernando III).

Berenguela se convierte en reina al casarse con Alfonso IX de León, que es su tío, siendo ella quien fusionó Castilla y León en un sólo reino al entregar primero el reino de Castilla a su hijo Fernando III y luego, a la muerte del esposo, Alfonso IX, le entrega León. 

De todo lo que hemos leído sobre ella nos ha impactado su habilidad en el terreno de la política y su sabiduría para resolver asuntos sin conflictos de sangre (1).

Para el tema de la tradición trovadoresca que estamos tratando,  queremos resaltarla por su mecenazgo hacia las Artes y las Ciencias que confluyen en la escena, ya que estas no tienen sólo un fin asociado al divertimento, sino que siempre ha sido un medio ideal, auspiciado por las musas, e idóneo para transmitir de forma amena y alegre ideas y valores que contribuyan a la formación de las personas. Berenguela fue una gran representante de esa tradición que atrajo a España la poesía provenzal. No olvidemos que fue su antepasado "Guillermo el trovador", quien ipro primera vez aparece con esa designación.


Las crónicas dicen que cantaba y tocaba la cítara, el salterio, los tímpanos, las castañuelas, la pandereta y varios instrumentos más.

Sobre esta reina también se cuenta una hazaña que sin duda alguna la hace merecedora del título de heroína. Corría el año 1139 y los reyes cristianos tenían un conflicto constante con los emires musulmanes que aún ocupaban una parte de la península ibérica. Resulta que estando su esposo, el rey Alfonso IX, librando una batalla junto a su ejército fuera de Toledo (concretamente en la fortaleza de Aurelia cerca de Aranjuez, donde resistía un último bastión del ejército musulmán) los almorávides de Córdoba, Sevilla y Valencia decidieron asediar Toledo conformando para ello un gran ejército que pronto tuvo cercada la ciudad.

Viéndose en esa temible situación Berenguela, acostumbrada a la guerra y sobre todo interesada en las estrategias para prevenirla, subió a las torres, que le ofrecieron un escenario de porte imperial y rodeada de un ejército de más de trescientas damas, todas ellas engalanadas y provistas de cítaras, salterios y panderetas, se pusieron a cantar alegres canciones trovadorescas.


La reina, que en esa época tenía 23 años y poseía una gran belleza, desde las almenas se dirigió a los caudillos del ejército musulmán afeándoles la acción cobarde de aprovechar la ausencia de los hombres para atacar una ciudad cuando sólo unas mujeres tañendo sus instrumentos musicales la defienden, es decir que los puso al orden invocando las reglas de honor de todo Caballero Armado. 

Algunos historiadores recogen así la arenga:



«¿No conocéis que es mengua de caballeros y capitanes esforzados acometer a una mujer indefensa cuando tan cerca os espera el emperador? Si queréis pelear, id a Aurelia y allí podréis acreditar que sois valientes, como aquí dejar demostrado que sois hombres de honor si os retirais».
Esta reprobación  quebró el ánimo de los atacantes que tras ver aquella puesta en escena se retiraron pues temieron que las composiciones musicales y espectáculos de la reina Berenguela y su ejército de trovadoras, dieran fama con sus cancons o trovas a tan vil acción.  Mª Ángeles Díaz. Mujeres en la Tradición de las Artes Escénicas.

(1) Ver la biografía titulada: Berenguela la Grande y su Época, de Salvador Martínez.

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