jueves, 15 de enero de 2015

Reseña de Francisco Ariza al libro: Viaje Mágico Hermético a Andros


Reseña de la presentación por Francisco Ariza. (Publicada en su Facebok)

Hace dos días, el jueves día 8, se presentó en la Biblioteca Arús de Barcelona el libro: "Viaje Mágico-Hermético a Andros. Una Aventura Intelectual", de Mª Angeles Díaz, y editado por SYMBOLOS. El acto corrió a cargo de la propia autora y de Francisco Ariza. Recogemos algunas de las frases que se dijeron durante el acto:

"Este libro es un viaje que la autora realiza por el espacio tridimensional de su alma, refrescando su memoria en las aguas siempre vivas de los mitos y los símbolos universales, que son los códigos que ella ha recibido de una Escuela de Pensamiento fundada por Federico González Frías y sustentada en su obra cosmogónica y metafísica".

"Es dicha obra la guía permanente en su 'aventura intelectual', es decir en la continuación de su propia realización interior, reconociéndose en las huellas que la Tradición Hermética y el pensamiento de Platón han dejado impresas en la cultura de Occidente, visitando algunos de los centros neurálgicos donde se gestaron las ideas que la hicieron posible, y desde donde éstas se irradiaron, llegando hasta nuestro días."

"De su mano visitamos Florencia, Siena, la región y los paisajes de la Toscana, Mantua, Ferrara, Milán, Urbino, Madrid, Barcelona, París, Atenas, la islas cícladas del mar Egeo, como Delos, cuna de Apolo. También nos traslada a Delfos donde estuvo el más famoso oráculo de la Antigüedad consagrado al dios hiperbóreo, y por supuesto Andros, la 'isla verde'. Andros, consagrada a Dionisos y donde éste esposó con Ariadna…"

"Podría decirse que el viaje comenzó con una palabra: Andros, cuya sonoridad vibró como un eco dentro de la autora, evocando imágenes e ideas muy recónditas que habitan en la memoria, casi olvidadas. Algo análogo a: "En principio fue el Verbo". Unas imágenes e ideas que en un momento dado son las que te dan la fuerza para emprender un camino, un viaje que te lleve hacia la luz, y para ella esa fuerza estaba presente en el sonido de la palabra Andros, que justamente significa hombre en sentido genérico, que también contiene a la mujer: o sea andrógino".

"Por sus páginas desfilan toda una serie de personajes y eslabones de la cadena áurea, filósofos, poetas, artistas y artesanos, hombres de ciencia, metafísicos. Ellos han sido los que han transmitido esas ideas y las han fomentado a través de su recreación permanente, para seguir manteniéndolas vivas a lo largo del tiempo."

"Se habla por supuesto de Hermes y Platón, de Pitágoras, Safo, Ovidio, Virgilio, Cicerón, Horapolo, Proclo, Filóstrato, Miguel Pselos, Dante y los Fieles de Amor, Gemisto Pletón, Cristóforo Buondelmonte, los cardenales Bessarión y Nicolás de Cusa, Marsilio Ficino, Pico de la Mirandola, los Medici, Isabel d'Este, Bernardo y Pietro Bembo, Baltasar de Castiglione, Federico de Montefeltro, Guglielmo Hebreo, Leonardo da Vinci, Luca Pacioli, etc."

"La autora, con una escritura fresca y ágil, nos abre puertas hacia las que acceder a esos personajes y sus obras sobre la Filosofía Perenne, y nos recuerda otras formas de viajar, aquellas que emprendían los 'nobles viajeros', como son llamados los iniciados de todos los tiempos. Desde la cartografía de Buondelmonte y de Sonetti hasta la hermosa tapicería renacentista donde se recoge ese mito civilizador que fueron los amores de Hermes y Herse, pasando por la poesía de Safo, los 'Hieroglyphica' de Horapolo, las 'Imágenes' de Filóstrato, las pinturas de Tiziano y de Andrea Mantegna, los grabados herméticos de Jacobo Barbari y de Alberto Durero, entre otros, las Cortes de Amor (esa utopía descrita por Castiglione en 'El Cortesano'), la arqueología de Delos, la recopilación del 'Corpus Hermeticum' y de los 'Oráculos Caldeos' realizada por el neoplatónico bizantino Miguel Pselos, autor también de una Cronografía o 'Historia de los Emperadores de Bizancio...', libros y pensamientos que la autora recoge y sintetiza en viaje mágico-hermético".

"El libro, aunque recala en varias épocas, se centra sobre todo en el Renacimiento, cuyo epicentro fue la Academia Platónica de Florencia dirigida por Marsilio Ficino. Podríamos decir que es un libro renacentista, cuyas numerosas láminas y grabados (varios de ellos en color) no son un añadido a los textos, sino que son parte de lo que en ellos se dice. Se invoca a la belleza para atraer a las Musas, hijas de la Memoria, las que todavía continúan acudiendo a la fuente Castalia, al pie del monte Parnaso, en realidad imágenes simbólicas de lugares significativos de nuestra propia geografía interior…"


De las palabras de la autora presentando su trabajo extraemos lo siguiente:

"Debo decir que el libro está dedicado a Federico González Frías como guía intelectual, no solo porque alentó este viaje a Andros, y por haber hecho esta edición y portada tan bonita, junto con Josemanuel Río (secretario de la revista Symbolos), sino por habernos enseñado una forma de viajar por la Geografía, la Historia, el Mito y los propios espacios del alma."

"Quiero referirme en primer lugar al título, porque en él se resume muy bien todo el libro. Es un viaje mágico-hermético porque todos los personajes relevantes y los hechos más destacados, no sólo están vinculados con la isla de Andros sino como ha dicho antes Francisco también con la Tradición Hermética y el pensamiento de Platón".

"Este libro nace como un hijo de Las Utopías Renacentistas, y por tanto del clima que en él crea Federico al mostrarnos ese periodo histórico donde un núcleo intelectual, en torno a la figura de Marsilio Ficino, consiguieron renovar la Cultura. Y no es que todos estos personajes estuvieran coordinados para llevar a cabo esa utopía, sino que, como nos decía Federico cuando le comentaba sobre el logro de estos personajes: 'todos juntos, y desde distintos lugares, remaron en una misma dirección.' "

"El libro es la crónica de un viaje sobre las cosas y las ideas que se van descubriendo, recordando, actualizando, de una historia y un paisaje cuya gracia reside en que son espejos de nuestra propia historia y paisajes interiores, o sea el mandala tridimensional de nuestra existencia."

"No es casual que Clio, la musa de la Historia, sea portadora de una trompeta con la que difunde la gesta de los héroes, un reloj (el tiempo y su sucesión) y un libro donde consigna todo cuanto de significativo sucede entre los hombres y entre éstos y los dioses. Algunos le colocaron la bola del mundo, como Andrea Mantegna en su famoso Tarot, indicándose con ello que la ciencia que esta celebra en realidad lo abarca todo."

"Andros, una misteriosa isla de la que no sabía nada hasta que Federico la destacó en Las Utopías Renacentistas como un lugar significativo, y en especial para la Academia Platónica de Florencia, con el que comenzó un resurgir de la Tradición a través del trabajo que sus miembros desempeñaron al recopilar aquellos textos que venían sobre todo de Bizancio, y traducirlos, estudiarlos, comentarlos y difundirlos, adaptando a sus tiempos aquella Antigua Sabiduría".

"Hemos comprobado por qué Andros, la isla más verde de las Cícladas, está desde antiguo consagrada a Dionisos, el dios de la vida y sus misterios, de la alegría y del vino…".

"Queremos referirnos a algunos de los personajes que hemos ido encontrando durante el periplo, y con los que, tal y como nos anunciaba Federico, ha merecido la pena detenerse en el camino":

"Safo: la cantora de Mitilene, que creó una Escuela para mujeres a las que enseñaba el arte de las Musas y que se encontraba bajo el advocación de Afrodita, a la que llamaba Compañera".

"Cristóforo Buondelmonte: que no sólo rescató Hieroglyphica, el libro de Horapolo del Nilo, y con él la traducción de los jeroglíficos, es decir, del significado del lenguaje secreto del sacerdocio egipcio, sino que a este autor le debemos el haber realizado el primer islario de la historia, el de las Cícladas, indicando en él los restos arqueológicos, templos, etc., que aún pudo ver, todo lo cual puso en relación con los datos recabados de Homero…".

"Una vez llegó a manos de Ficino enseguida reconoció en los Hieroglyphica su importancia, pues de ellos nace la emblemática alquímica: Alciato, Michael Maier, Durero, etc. siendo además, la clave que sirvió a Champollion para descifrar la piedra de roseta".

"Filóstrato, que nos enseñó como debe ser la iniciación a la pintura de un joven. Cómo deben mezclarse los colores para que denotes en el lienzo las horas del día, y asimismo cómo deben pintarse los dioses, cuales son los atributos que deben acompañarlos, cual es la razón. Por qué hay pintores diestros con los pinceles y otra clase que aunque no saben pintar son los que están capacitados para dirigir y enseñar a otros…".

"Baltasar Castiglione: que con su libro, y las veladas nocturnas de los humanistas celebradas en el palacio de la Duquesa de Urbino, nos ha introducido de lleno en el ambiente Cortesano, mostrándonos en qué consistieron los juegos de la Corte, las conversaciones elevadas que mantenían y los personajes que por ellas transitaban, como Leonardo, Rafael, Luca Pacioli, Giuliano de Medici, Cristóforo Romano…

"Las Cortesanas: como Isabel d'Este, que nos muestra la verdadera función que tuvieron estas "donas de palacio" a favor de la Cultura en general, y de la educación de los niños, en especial los que debían gobernar, dado que consideraban que el mayor logro de una Corte era tener ciudadanos cultos. Mujeres que tuvieron que dirigir ellas solas los destinos de estas Cortes, las cuales funcionaban como pequeños Estados, mientras que sus esposos debían, al mando de sus tropas, mantener la seguridad durante las continuas guerras que hubo en esa época".

"A Isabel se le debe la traducción del libro 'Imágenes' de Filóstrato, que realizó junto al platónico y miembro de la Academia de Florencia Mario Equicola, y en especial se debe a ella que los pintores que estaban bajo su influencia no se dejaran llevar por su imaginación cuando pintaban obras mitológicas, sino que se ajustaran a su verdadero simbolismo".


La presentación acabó con esta cita del libro:

"Todo destino contiene muchos viajes, y durante el trayecto, en cada uno de ellos, como en un juego de naipes sagrado, todas las posibilidades están contenidas y por ello siempre se presentan analogías y enseñanzas que nos permiten jugar la gran partida, el gran viaje de nuestra vida (…) Precisamente recuerdo haber leído en 'Las Utopías Renacentistas' de Federico lo siguiente:

'El hombre lleva en sí el ansia de ampliar sus horizontes, lo que equivale en el exterior al viaje a la novedad de otras tierras. Arriesga la vida en ello, se juego entero. Pero no sabe que está simbolizando lo que es la mayor apetencia del alma: el conocerse a sí misma, es decir, la aventura del viaje interior inmensamente más rica que cualquier Eldorado' ".




 
 
Comentario: Lucrecia Herrera "'El hombre lleva en sí el ansia de ampliar sus horizontes, lo que equivale en el exterior al viaje a la novedad de otras tierras. Arriesga la vida en ello, se juega entero. Pero no sabe que está simbolizando lo que es la mayor apetencia del alma: el conocerse a sí misma, es decir, la aventura del viaje interior inmensamente más rica que cualquier Eldorado' ".