Cuenta el
historiador romano Plinio, que las perlas son criaturas del mar que “se
engendran precisamente cuando los rayos solares refulgen sobre las conchas
abiertas” Y añade que, si uno abre las conchas antes de que el parto llegue a
su término, “encontrará carne, pero no logrará el trofeo”. Asimismo, especifica
que, si la criatura que alimenta la perla muere antes de haber sido extraída
ésta, a la par se corrompe también ella.
De esta
magia natural los hermetistas y filósofos desde la época del primer
Renacimiento, extrajeron la idea de aplicar el nombre de “perla” para calificar
el proceso alquímico de transmutación del alma, como se expone en el tratado de
Petrus Bonus: La Margarita preciosa novella, dado que Margarita deriva del
griego "Margarites", que significa "perla". Mª Ángeles Díaz (Facebook)
Imagen del frontispicio: Herbert James Draper (1863 – 1920)
Imagen del frontispicio: Herbert James Draper (1863 – 1920)
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