lunes, 20 de enero de 2020

EL CABALLERO SAN JORGE Y LA PRINCESA SABRA (Texto y Vídeo)

Edward Burne-Jones (1866) recoge en este cuadro el momento en el que la Princesa Sabra es conducida al palo sacrificial donde espera ser devorada por el terrible dragón. Ella no sabe todavía que un joven caballero romano de alto rango militar, un tribuno llamado Jorge, la liberaría, matando a la fiera. 

La princesa Sabra, hija del rey de Silene en la actual Turquía, camina hacia el lugar donde habrá de ser sacrificada a un terrible dragón que tiene subyugado y amenazado de muerte a todo su pueblo, al haber ha hecho su nido en una gruta donde se encuentra  el manantial del que dependen.

Ante la gravedad de la situación aquél reino había tomado una decisión drástica y dolorosa. Para distraer al dragón, los habitantes no tuvieron otra opción que distraer al monstruo sacándolo de la cueva donde estaba la fuente, y lo hicieron entregándole periódicamente a una joven doncella, seleccionada por sorteo, con el fin de que mientras la fiera se deleitaba con su presa, otros podían recoger el agua suficiente para sobrevivir hasta un nuevo sacrificio.  

Sabra no era la primera víctima pero si era una víctima especial, pues no solo era la hija del rey sino que era además una joven muy instruida, valiente y justa que según cuentan habría sido ella misma quien propuso ese sacrificio ritual como única forma de que su pueblo no se extinguiera. Una leyenda, por cierto, que guarda un vínculo simbólico con la del Minotauro donde es el príncipe Teseo quien se propone a sí mismo para ser devorado por el monstruo, siendo esa la estrategia con la que pretendía acabar con la bestia.

La noticia de que la princesa Sabra había sido la elegida en aquella ocasión para ser conducida al palo sacrificial se extendió rapidamente por otros reinos, y fueron  muchos los que se reunieron con el rey para buscar junto a él una solución que acabara de una vez con aquel sorteo macabro. Y así fue como también llegó a oídos de un famoso caballero que ya era conocido  como Jorge de la Capadocia, joven y valeroso oficial romano de alto rango, un tribuno, que con su caballo blanco y blandiendo su espada Ascalón, nombre de la ciudad de Insrael donde fue forjada,  finalmente, como Teseo, consiguió matar al dragón y acabar así con aquel intolerable ritual.

Existen distintas leyendas que difieren en ciertos detalles del mito de San Jorge matando al dragón, pero ninguna es diferente en el fondo.

El hecho de que este caballero cristiano lograra acabar con la vida del dragón, devolviendo al país la paz y la vida, supone un rito de re-fundación. Es decir, supone restaurar un orden nuevo favorecedor para todos. Siendo así que, en una época de degradación de una cultura, muchos, entendiendo el significado de esta hazaña como una liberación de viejas ataduras, quisieron abrazar la religión de su héroe, el Cristianismo, aunque es evidente que el relato tiene raíces mucho más antiguas que las cristianas. El mito de Teseo y Ariadna y su hazaña de matar al Minotauro es evidente que está en el origen de esta idea simbólica y sus ramificaciones culturales. Mª Ángeles Díaz.


Sorteo donde se elige a la víctima que debía ser sacrificada al dragón y en el que resultó ser elegida la princesa Sabra.


Sabra atada al poste ritual esperando ser devorada por el dragón


"Fue en la región de Capadocia donde la leyenda del caballero Jorge tuvo su primer arraigo". 


Edward Burne-Jones. La Princesa Sabra. 





Dante Gabriel Rossetti "El casamiento de San Jorge y la princesa Sabra"  (1857)








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